Dale, no seas tímido!

Las noticias son buenas si vas a dar batalla pues lo quieras o no allá afuera hay una guerra, no sirve que te escondas ni que vivas rezando; cuando la muerte se alza siempre acaba encontrando. (GF)

Soy un collage de non.fiction y letras encriptadas

viernes, 9 de octubre de 2009

Brasil




Todavía uso la toalla blanca con el perrito carpintero para secarme la cara. La compramos en uno de esos centros comerciales que en los 80 existían en Brasil-potencia mundial. También me habían comprado una malla naranja con moños verdes. La malla se ataba a los costados y dejaba a la vista unos tajos laterales que dejaban ver mi piel sobre las costillas puntudas. Me perdí una noche en una feria de la isla en la que tomabámos unas semanas de descanso, y esa noche no escuché el murmullo argentino que se reproducía como un pulpo por las calles. Perdida entre los adultos. Recuerdo que sorpresivamente un mulato me tomó de la mano. No me asusté. La piel de la palma de la mano izquierda suave y de color aceituna, sus dedos callosos calmaban la ansiedad, él parecía buscar a un adulto responsable aunque me mirara de reojo y yo viera una chispa en su pupila. Aunque ahora dudo. Iba feliz con mi novio portugués a mis intensos seis años, cuando llegó mi madre con las comisuras ladeadas hacia abajo como si dos anzuelos se las tiraran desde el piso y los ojos inyectados en futuras posibles desgracias de madre-con-hija extraviada. El noviazgo más fugaz del mundo; el primero de una larga saga que en ese instante ignoraba. Pero todo era alegre. La gente elegía el blanco en las camisas, sandalias y una flor en la cabeza o un sombrero. Los tambores marcando los latidos. También los desfiles nocturnos en los que me escapaba del palco adonde se sentaban a mirar mis padres y mi hermano. Salía de esa oscura habitación y bailaba con mujeres como pavos reales que desfilaban felices sacando la cola para atrás. Me regalaban sus joyas o me llenaban la cara de besos y mi rostro relucía con brillantina transpirada de otros. Me acuerdo regresando del centro comercial a tomar la merienda, antes de bañarme y despegarme la arena metida entre mis huecos. Mi hermano con su amigo Pablo todo el día en diabólico plan, disputándose el ránking de caprichos y chistes pesados. En mi memoria aparezco envuelta en la toalla de estreno con el perrito simpático sobre mi pecho y mi panza antes de entrar a bañarme. Doy vueltas, invento una coreografía languida a veces y saltarina por momentos. La toalla cae y vuelve a subir frente a mi público infantil. Mi cuerpo aterciopelado, durazno, el tatuaje de la malla dibujando la piel bronceada y la diferencia de la pálida. Canto "Brasil, lalalalá" y tapo solo la cadera, colgando la toalla del hueso de la ingle. Otra vuelta y mi culo perita expuesto a la platea para admiración de los que miran. Mi hermano dice hijadeputaboluda y sale corriendo a su cuarto. Pablo se queda y se acerca más. Extiende la mano con la intención de quedarse con la toalla, que vuela con mis manos huidizas de mariposa que se posan y aletean como si parpadeara, más que atraparme. Lo esquivo. Jugamos al torero y domadora hasta que los cachetes se ponen como tomates. "Vení Luli" Escucho el timbrazo materno. "Pero estamos jugando"- Le arrebato mi túnica y mientras bajo la escalera, un pájaro amarillo vuela desde la ventana en dirección a la playa. Pablo se escapa como un marido en infracción.

Todo vale en carnaval. Ese hombre vestido de mujer, el primer travesti que vi, tenía barba y un vestido de vieja de barrio oscuro y salpicado con florcitas . Marcaba el ritmo moviendo el pie como una hoja de afeitar oscilante. Con zapatos de cuero, los tacos vencidos y una media color piel rasgada por un camino que viajaba desde los testículos hasta el talón. Las mujeres carnosas de las scolas rebotando sus nalgas, los ecos de birimbao, los bailarines regalándome sus estándartes rojos y dorados, sus tocados de flores falsas, las pulseras fosforescentes.

Me seco la cara con la toalla y miro la hora. El perrito carpintero golpea un cubo de madera hasta que las astillas vuelan. Es tarde. Me voy al trabajo tarareando: Brasillll..la la lalalá....

FG

Fuente de la imagen: Fernanda Cohen


Dominemos la Tecnología

Take Back The Tech

Que Ganesha nos ayude a liberar de paquetes y obstáculos el camino

Aficionados pero apasionados

Datos personales

Seguidores