Verbo del mes

Padres que vampirizan a sus hijos especialmente cuando se trata de los niños, y mucho peor si hacen carreras de actorcitos. Aunque la extracción de sangre en forma de energía sigue por los años de los años.

Hombres que vampirizan la energía sexual y creativa de sus novias, preferentemente más jóvenes.

Mujeres que vampirizan a sus maridos. les hablan sin parar cuando van a cenar afuera, cuando ellos manejan en el auto, antes de irse a dormir.

Jefes que, claro!, vampirizan a sus empleados en un trabajo sutil de desgaste, humillación y otras triquiñuelas.

Y de a poco, lento pero segurísimo, vamos quedando todos un poco esmirriaditos.

"Vampirizar": gran verbo!