¿Cuánto pueden cambiar tus ideas?

Hoy me asaltó esta pregunta y como no andaba con muchas monedas para darle, me quedé buscando respuestas a ver si podía dejarla satisfecha.
Quizá esa pregunta que desprende otras sub-preguntas me toma por sorpresa después de vivir ciertas situaciones, observar relaciones de pareja, pensar sobre cómo se constituyen las familias, intentar comprender decisiones de vida de los demás, y las propias.
O quizá es una de esas preguntas que tal como una velita mágica nunca se apaga. Y retomo el preguntarme cuánto puede cambiar la manera de pensar de una persona a lo largo de su vida. Supongo que ya varios sesudos sociólogos suecos
habrán dedicado sus horas-silla a responder esto a través de las nociones de habitus o de capital cultural y gusto, entre otras.
De cualquier manera, puede esbozar una respuesta pensando en la experiencia adquirida de cada persona, su circulación por los diferentes medios sociales, países o dimensiones de su propio ser. Pero, a la vez, no puedo dejar de notar una constante en la personalidad, una forma de proceder que permanece, una mirada sobre las cosas que no caduca. Un componente en la manera de ser de cada persona que algunos llamarían "esencia" pero a mí esa palabra me parece un poco metafísica y esotérica. Claro que en otras personas esa cualidad estanca puede llegar a mutar o desaparecer y uno encontrarse con un total desconocido en plena calle y que esa persona sea irreconocible, como un lifting de personalidad que te convierte en otro.
La cuestión entonces es: qué es aquello que nos puede llevar a modificar esas creencias más férreas. Cómo se activa el disparador de nuevas ideas y visiones sobre el mundo.
Por qué a veces me pasa que algunas personas que conozco tienen un por-venir completamente predecible y otras se abren por el camino más inesperado/entreverado/original.

¿Qué es aquello que nos hace dar el vuelco? ¿Qué es lo que te lleva a vivir una vida completamente distinta de la que llevaste hasta ahora? ¿De qué manera empezás a pensar cosas diametralmente opuestas a las que te enseñaron?

o

¿Te imaginás que tu vida podría haber sido muy distinta? ¿Cuánto planificaste tu futuro? y ¿Cuánto dejás librado al azar?