Reflexiones grossas

Las mercerías son como las ferreterías pero para mujeres.

Lista para el verano

Ver a mis amigas/amigos
Visitar a mi familia
Hacer conversation exchange
Aprender a usar el photoshop
Adoptar un gato
Ir a la villa a leer cuentos a los niños
Aprender a cocinar nuevas recetas
Hacer taller de danza
Escribir más mejor
Cortarme el pelo cortito
Ir con la bici hasta el río
Cerrar la puerta más despacio (no asesinar a mi vecino)
Sacar más fotos
Hacer curso de costurera
Ir a las fiestas Zizek (¿siguen?)
Colarme en quintas y piscinas ajenas
Decorar mi casa
Autoinvitarme a fines de semana en la costa

Dulce niña mía

She's got a smile that it seems to me
Reminds me of childhood memories
Where everything
Was as fresh as the bright blue sky
Now and then when I see her face
She takes me away to that
special place
And if I stared too long
I'd probably break down and cry
Sweet child o' mine
Sweet love of mine

She's got eyes of the bluest skies
As if they thought of rain
I hate to look into those eyes
And see an ounce of pain
Her hair reminds me
of a warm safe place
Where as a child I'd hide
And pray for the thunder
And the rain
To quietly pass me by

Sweet child o' mine
Sweet love of mine

Where do we go
Where do we go now
Where do we go
Sweet child o' mine


(estoy con las fotos)

Oniris

Sueño que me tomo ascensores que suben por el vacío atados por cables dudosos y enredados. Son esos ascensores antiguos y enrejados, desvencijados como uno que tenía el edificio de mi amiga J-K cuando vivía en un mini depto sobre Av. Córdoba. Del estilo de ascensor en que Patricia Sarán se ponía el By Deep y mostraba el culo.
También sueño que apreto un botón y la cabina adquiere una velocidad inusitada y se pasa del piso al que quiero llegar o se cae como un derrumbe hasta el subsuelo. O me encuentro con el ascensorista pervert que te paseaba hacia arriba o abajo en el colegio secundario. Fui a un colegio en el que tenía que subir 10 pisos por ascensor para ir a clase. Había tres opciones de elevador para subir: en uno estaba Mari, una señora con muy pocas pulgas que si no le caías bien te gritaba y no te dejaba subir si eran más de 5 los viajantes, en la rush hour de la escuela (a eso de las 17) si no eras el elegido la querías matar. El rey del ascensor estaba en el del medio y, coincidencia!, era un señor de carácter fuerte y mala cara que se llamaba Gaby a quien alguna vez le saqué la lengua para recién después avivarme que en la planta baja había un espejo junto en frente del mismo.
Pero durante unas semanas trabajó un señor que siempre sonreía febril y que hablaba entredientes. Duró poco porque decían que "abusaba". A mí a mis 13 o 14 me tocó la mano libidinosamente, recuerdo. Pero nada más. Es cierto que eran unos viajes cortos y muy tensos si nos conducía ese señor de la mirada esquiva, subiendo o bajando entre esas cuatro paredes estrechas hacia esas alturas en donde recibí mi educación durante la adolescencia.

Vital y desesperada

Ahí se la ve caminando con el taco roto, el pelo revuelto y el rimmel derramado.
Camina chueca pero firme y se apoya en las paredes que encuentra menos sucias de la ciudad.

Llega a su casa y lee un mail:

cómo andás perdida flor. hace tiempo que nada sé de vos. de tu trabajo, tus amores difíciles, tus sueños.

Ella a veces tiene nostalgia de la vida pero estando viva. Sí, yo tampoco la entiendo. Después de sacar cálculos erróneos, se lleva mal con los del correo sentimental, pega la ñata contra el vidrio de la pantalla.
Hasta que por fin llega ese día en que se da cuenta que lo que acaba de hacer merece poco más que un "¡caramba!"

Mi abuela Coca

Mi abuela se llamaba Clara pero todos le decíamos Coca. Había llegado a la Argentina desde su Ucrania natal en un barco que antes de arribar le había permitido conocer un baño con agua corriente. Cuando fue al baño en el puerto se asustó, contaba, porque tiró la cadena y un chorro de agua salió con fuerza y apareció como un tornado en el inodoro. Cuando llegaron a Córdoba con sus hermanos, la familia se puso una carnicería. Sus padres nunca aprendieron a hablar en español.

Mi abuela, que siempre que me veía, y hasta mis 13 años, me metía la mano en el pantalón y me pellizcaba un cachete, me confesó que el amor de su vida había quedado maltrecho. Ella se había enamorado de un rosarino que conoció en un baile. Pero como “era muy viajero” y quizá un poco esquivo, se terminó casando con mi abuelo, que tenía un título de odontólogo y un futuro más o menos promisorio. Entonces dejó ir al rosarino, como quien deja caer un pañuelo por el hueco de una escalera, después de besarlo en un zaguán, promesa mediante de que él regresaría a buscarla.

Un día, cuando ya era madre de mis tres tíos y mi papá, uno de sus hijos mayores invitó a una amiga a cenar a la casa. Mi abuela no pudo evitar estremecerse cuando se dio cuenta que esa chica era la hija del rosarino. Así como tampoco dejó de suspirar mientras me contaba este secreto a sus casi 80.

A mí me encantaba que se llamara como mi bebida cola favorita.

Don Chichio fillio da putanna!

Cuando me mudé a mi actual y flamante PH los únicos requisitos "extravagantes" o "especiales" que me exigieron eran: no tener hijos ni mascotas.
La pareja de adultos mayores de origen italiano querían más que nada un inquilino sigiloso.
Como mi extendida grilla de actividades semanales no contradice esos deseos, me quedé tranquilísima de que por ese lado íbamos a tener la mejor convivencia. Es más: raras son las ocasiones en que vuelvo al hogar antes de que el sol se oculte.
Apenas a un mes de mudada, el propietario, un señor bajito de inconfundible timbre de voz megafonizada*, me pidió que "cerrara las puertas sin golpearlas" e incluso me enseñó como debería cerrar la puerta de mi casa. Se olvidó de hablar del problema del chiflette que corre en el pasillo y que colabora con que las puertas se cierren violentamente ante la mínima distracción.
Ayer, cargando a cuestas un lavarropas con mis flaccidos bracitos y ayuda de mi novio, la puerta se cerró violentamente y luego cuando quise cerrar "delicadamente" el picaporte de mi casa, mi descoordinada mano la empujó con más fuerza de la debida.
En eso, escucho la insportable voz metálica en cocoliche: "Florentziaa!!", abro la puerta y veo al señor bajito y bigotudo en soquetes con cara de "enocado" que viene a decirme que "él me xplicó que la porta se cierra despazzo y que zi no me voy agarrare una mano y que laputaqueloparió!". Alcancé a balbucear algunas justificaciones, las que me permitió mi boca entreabierta de persona anonadada ante semejante intromisión en la paz de la tarde dominguera.

Suerte que era domingo, suerte que soy de tener una primera reacción lenta, suerte que reflexioné antes de mi clásica y definitiva mandada a la mierda.
Espero poder mantener mi conducta de "inquilina cuasi perfecta" porque si no, planto bandera de guerra en el pazzillo y vamos a ver quién alecciona mas a quien!

*(adjetivo que viene de megáfono)

Mi frigopoesía puede participar de uno de esos jams

Aquí va las versiones junio-octubre 2008


Soy conejito primavera puedo morder un corazón apurado

Te extraño mañana desnudo. Quiero terapia

Flaco, seguir enojado es ombligo

Camino el domingo, imagino pies


Estoy en la disco contigo más olvido

Y cuando estaba a punto de bajar la persiana...

...Alguien llega y me commentea.

La cuestión es que este año empecé el duro ejercicio de llevarme bien con la idea de que algunas cosas al final se encaminan.

(... y suele pasar que cuando terminamos de pronunciar lo anterior, se nos cae un piano en la cabeza y todo vuelve a comenzar).

me retiro en puntitas de pie.

A través de mi ventana

Él orilla los 60 y, cuando camina, tengo que frenarlo para que no vuele.

Ella se casó y desde ese punto en la historia agenda los encuentros con sus amigas en una atestada pizarra mágica.

Aquél se peleó con mi madre y con mi abuela y yo entré en su combo: pelea x 2 y unas papas chicas.

Ésta de más acá te da una mano pero, como buena geminiana, a veces se le escapa la culata por el tiro.

El de por ahí no puede evitar odiar a sus ex novias, aún mucho antes de haberse separado.

El que está en frente prefiere salir a rockear todas las noches, mientras su anterior mujer intenta comprender por qué él no quería tener hijos.

Ella se reencontró con los de la primaria y ahora se sacan mil fotos y hacen videos compilados con música.

Nosotros chateamos con él desde allá y desde acá, mandamos saludos desde un espejo.

Y desde este lado... la libido se acopla a un movimiento centrífugo.

Invierno

Es como si fuera un domingo eterno,
las comidas transcurren indiferenciadas...sanguchitos, yogur, Oreo, tostadas, mate hasta que la lengua empieza a salivar verdín.
Los pelos que crecen... (y sí Danixa). Las frazadas que pesan y nos hunden en la calidez de la cama.
La vida en estado de Jogging.
Y siempre el esfuerzo muy pero muy grande para que no nieve en el patio interno.


(inspirado en Sinécdotica)

Yahoogroups y chistes malos

Una conversación en un grupo de mails al que estoy felizmente inscripta, deriva en los saludos y despedidas de varios integrantes de la lista de mails.

En un intercambio, Adriana cuenta que ya no escribe mucho porque su padre o su perro están internados (para el caso no importa la identidad del sufriente)

Otra señora le contesta:

Adri: te envío mucha fuerza y oraciones. Abrazos Claudia

Pétalo imagina que en el próximo mail de Claudia vendrá con:
Mi mamá me mima
Hoy es un día de sol
Mi maestra se llama Cristina

Cosas fuera de lugar

Entregarle cita me actual factura en MSN mande blanco porno a Que por editora


(radiografía de mi cabeza... yes, I´m in trouble)

Temporada de pelos

Lectores...llegó el invierno (y hay que pasarlo)

Laguna creativa

Ya no (te) escribo.
No me pasan cosas terribles ni geniales.
Vengo por La Mansa de la vida y me quiero cruzar a La Brava
sin calzarme el salvavidas, claro.


(ojo: nunca fui una chica Gorlero)

Sentirse como...

Esa niña que le saca la lengua al señor de gesto adusto que viaja en el ascensor cuando está a sus espaldas. Sin reparar ella en el espejo que, frente al elevador, registra la escena en vivo y directo, y que hipnotiza a ese acompañante único, en lo que será el ascenso hacia el piso 10° de la verguenza.

Lista de miedos

A las autopistas altas
A los Doberman y Rottweillers
A la muerte
A olvidarme el pasaporte
A perderme en un subte groso de NY, Londres o Montreal
A los finales ya no
A los serrucha pisos cada vez un poco menos

Entonces

Creo que este blog no me representa y que no es para nada mi carta de presentación, ni portfolio de buena escritora, ni de interesante bloggera, mucho menos de alguien con ideas originales.
Más bien creo que es un espanta pájaros, ahuyenta jefes, flit para novios o Raid para potenciales admiradores.
Y, entonces... creo que un poco me gusta.

Des

Atravieso un sano período en modo El Extranjero.
Pocas son las repreguntas, menos las vueltas.
Sólo un camino hacia adelante y yo avanzo con actitud de asombro e intento predecir lo imposible.

Otro hallazgo

No sé si este descubrimiento es muy poco original, tampoco me importa demasiado. Sólo pido que lo vean.

Preguntas de medianoche

Qué se hace con una persona que se pasa tomates cherry por las bolas?


Qué se hace con esos tomates cherry?


Qué es de la vida de Agustina Cherry?

Atención: esto es para bailar

Mi hallazgo 2008



Ella es una francesa Yelle divina y el tema se llama Parle à ma main

(de nada)

Hoy ya no soy yo (por suerte!)

Que el vientre, que la sangre, que la madre, la jupá y el linaje de la herencia. Demasiados comprobantes inútiles para constatar lo inefable que es aquello relacionado con la creencia o el sentimiento de pertenencia a un pueblo.

Hasta que leí este artículo y por más que ya lo había pensado más de una vez eso de que la identidad se la forja uno y que resulta autoritario y despectivo el fundamento genético de la creencia, hoy algo se modificó.

Qué bueno que aún existan esas (pocas) personas que abren su cabeza y se animan a expresar algo a contracorriente.


Ahora sí: seguimos con la programación habitual.

Las bests - 1

Con ella teníamos muchos juegos de párvulas desquiciadas. Uno, entre otros, tenía lugar en el paliere de entrada de su enorme casa "chorizo".
Sencillo, demorado y silencioso, aunque interrumpido por nuestras risitas y las carcajadas agudas y finitas de ella. Era barato y riesgoso, como casi todos nuestros entretenimientos de niñas de colegio privado y padres *copadosintelectualesexcombatientes* con historias en común.

Nos envolvíamos en una frazada vieja, metíamos nuestros cuerpitos de una década y jugabámos a desplazarnos, a tirarnos de una altura de tres escalones. Éramos dos en un gusano forrado en felpa, tropezándonos e intentando no dispersar con nuestros gritos a los pacientes de la psi-mami-psi.

Las tardes en Flores se nos pasaban agitando las alas, pero permanecíamos con nuestras polleras cuadrillé a tablitas. Las dos con la misma remera del extraño logo un árbol y un ave sobre el pecho.

Auto boicot

El día en que las estrictas normas de seguridad lleguen a mi propia computadora. No voy a poder entrar a leer ésta, mi bitácora.


(a propósito del porno)

Clean up o La chica puloil

Ordeno el placard de mis recuerdos, me disfrazo prolija y aplicada. Le tiro lavandina a lo sucesos desencontrados de los últimos meses. Repaso con Cif de limón la bajomesada en la que se escondió mi desparpajo de enamorada. Y preparo mi corazón con Míster Músculo para abrirme hacia vos.

Esa chica za-ra-za za zá

Limpia su casa...
Se depila...
Intenta mantener ordenada la mesa del living...
Compra bebidas varias...
y postrecitos helados...
Intenta esperar poquito...pero qué bien le sienta el Romance!!