Ropes

Acordar es negociar
Acordar (se) es memorizar
Acuerdo con lo que pienso, siempre, pero no con lo que suelo escribir
Acuerdo con mis cambios de opinión, después de tanto escuchar a mis amigas...Tan cuerdas ellas.
Acordar no siempre es estar de acuerdo.
con uno. Con los demás.
Acordar no siempre significa estar cuerdo.
Acordar es bancarse a quienes no son cuerdos.

¿Y las cuerdas lo son realmente? Porque ellas tan sólo caen, impasibles, a veces terroríficas. Otras, pueden convertirse en viboras. De vez en cuando en lianas. Y otras tantas en pasatiempo, que quedó allí en el pasado. Aunque los boxeadores no estén cuerdos pero la salten como locos.

Unplugged o el sistema papero

Desde que me mudé a mi departamento actual no conecté ningún servicio de cable. Tengo tan sólo una vieja videocasetera donada y no recibo ningún tipo de señal en la pantalla que ocupa un lugar considerable en mi cuarto. Si ya cuando vivía en lo de mi madre, ella monopolizaba la TV y yo por no compartir programación, me aislaba en mi habitación con la radio, música o libros. Desde ese momento hasta acá, me fui desactualizando en todo lo relativo a series de Sony, Warner, E!, videos en MTV, etc.

Si bien un compañero del ex trabajo me sugirió que probara el “método de la papa” como forma de construir una antena casera, así lo llamó, lo juro, que es una papa a la que se le clavan dos agujas de tejer. A mí, que no justamente soy la loca de la limpieza, me pareció anti higiénico, anti estético, anti glamuroso. Y no lo hice. Aunque yo no sea ninguna abanderada de todos esos "anti+...". Esto también lo juro.

Cada vez que me pasó algo muy “Sex and the city”, según mis interlocutoras, claro, miré con cara de Joker a mi amiga que intentaba explicarme las desventuras de Sarah Jessica Parker. El ciclo tinelliano de concursos del año pasado me lo perdí casi todo, exceptuando los momentos en que sintonizaban algún bloque en mi ex laburo, que tiene como señal oficial Canal 26 (qué ni-vel).
Cuando era chica, el estilo sano (y ahorrativo) de mis padres, volvían a mi casa un lugar aséptico de productos geniales como las gaseosas, las papas fritas de paquete y otras ricuras del ámbito kioskeril. Además, había censura televisiva bienpensante (pero eso lo cotanré otro día, amigos). Por ello cuando íbamos a comer afuera, mi hermano y yo devorábamos panes y nos llenábamos con Coca en la previa a la cena.
El mismo fenómeno ocurre hoy, cuando tengo una TV con cable cerca y prendida.
Por estas razones no me da verguenza decirlo, hace menos de un mes quedé hipnotizada con el resumen de Bailando por un sueño 2006. En la cama, con el aire acondicionado y con un vaso de Coca cola en la mesita de luz. En lo de mi muchacho, claro.
Just paradise.

Zapping onírico

Sueños con anteriores laburos, esclavizantes, inentendibles, pesadillescos.
Sueños con novios previos, relaciones truncas, intercambios trabados, palabras tiradas como quién se desprende al bajar del autobus.
Mañanas de caras fruncidas, de gestos de payaso llorón descubiertos con sólo abrir los ojos y ver las sábanas de siempre, los muros que de tan quietos tranquilizan.

Cuándo llegará el día en el cual descubra en mi barrio en ese negocio que se jacta de ser "El mundo del control remoto", ese tipo de mando que realmente sea "universal" y me permita hacer zapping de sueños. Y al fin descansar.

Daddy´s vacations: el sungo esta Out

Ayer mi viejo llegó de sus vacaciones de 20 días en Las Toninas. El que sigue es un fragmento de su relato...
"Nooo, porque ahí en Las Toninas empezás a caminar y cuando te alejaste del balneario repleto de gente, no ves más bikinis infernales, ni familias enteras comiendo en la playa, ni rubias, teñidas, ni sungos, ni...."

Pregunta: ¿El sungo tendrá algo que ver con el porongo?

Mi prima diabólica

Mi prima Mecha es una de esas personas que si no fuera familiar uno las evitaría en la vida.
Mi prima desde chica demostró que no podía vivir sin envidiar o competir. "Ah! esa ropita cuando te quede chica la voy a usar yo" (de ella a mí. Y yo estrenando el más lindo vestidito).
Cuando compartíamos un juego con mi hermano, mi prima a último momento se ponía del lado de él y ya no era más amiga. Los secretos que le había contado empezaban a correr peligro.
La hija de mi tía, terminó dos carreras en un tiempo meteórico, la segunda la cursó casi sin laburar. Aun así uno del sindicato de Moyano se expresa mejor que ella. Entonces cuando hablábamos por teléfono, a mí, estudiante crónica, me disparaba: "y?? ya terminás la carrera??". Yo, laburando y estudiando en los ratos libres. Ella, pseudo bancada por el novio.
Cuando se compró la casa adquirió también dos perrazos labradores, pero no pasó mucho tiempo sin que ella pergeñara cruzarlos y que procrearan. El objetivo: ganar guita, qué duda cabe?.

Desde el 2006 Mecha, que cumple con el cronograma de la vida para la buena mujer moderna, tiene dos hijos, mellizos. La última vez que la ví, me confesó al oído -ya casi no hay familiar que la tolere- que llevó a los bebés a un casting. Intenté explicarle que los niños sufren en esos lugares y que luego, cuando crecen, mutan en niñas gordas como Lorena Paola. Pero no pude hacer mucho por ellos. Pobres.
La semana pasada me enteré que llevó a los bebes de 10 meses a una pileta con dudosa higiene y que se llenaron de piojos. Mi abuela me contó que, además y todo al mismo tiempo, tiene 8 crías de perros labradores para vender que se mezclan entre sus dos hijos chiquitos.

Alerta Mefistófeles: una ciudadana argentina pugna por desbancarte y ocupar el trono en tu reino tan sudoroso y brillante.

Mientras tanto, reunión familiar y yo... ¡¡¡Huelo a azufre!!!

La mujer del lado de afuera (por suerte)

Claro! Ahora que estoy arafue de ese diario tan progre todos son hiper solidarios, revolucionarios y asambleísticos. Mientras permanecí en ese trabajo de la picana alfombrística nadie, o ninguno de esos que se dicen tan troskos, se acercó a preguntar porqué estaba en Siberia.

aaaay dió

Suerte que ahora puedo escribir e intentar hacerlo cada vez más lindo.

Y este es el último mail autorreferencial.

I promise (me)

Un mal comienzo para un buen final

Entre cucarachas que se escapan de mi ojota asesina
Esperando el llamado de la burocracia
Y decidiendo en qué rutina laboral ingresaré...
Me doy la bienvenida!

Salús